sábado, 17 de abril de 2010

herencias culturales

A través del paso de los años, uno encuentra su personalidad. Que no es más que una suma de personalidades ajenas. Somos un gran rompecabezas, que cada pieza es esencial en nuestra integridad, pero pertenecemos a distintas raíces. Desde pequeño incorporan en uno los colores que nos representan y los juegos a los que debemos jugar. La cultura que nos rodea nos apaña en nuestras decisiones, y en otros caso nos enseña a sentirnos superior a las demás, tristemente. Ya más crecidos, obtenemos intereses diversos que son muy particulares, los conocemos gracias a otra personalidad que a su vez fue una pieza de otra. Y así sucesivamente.
Somos todos los mismos pero a su vez, todos completa y efectivamente distintos.

martes, 6 de abril de 2010

Un mundo que pocos conocen.

Ya era demasiado tarde cuando descubrí que existen muchos mundos dentro de este planeta. Vi un video acerca de la desnutrición, de la pobreza, del racismo y de la incertidumbre humana. Niños muriéndose de hambre, que les sobresalen de sus pequeños cuerpos los órganos de tanta desnutrición, increíble. Mis ojos se nublaron y cayeron lágrimas, mis ganas de alimentar esos cuerpos y abrazarlos eran enormes. Millones de personas pensando en si mismas y unas pocas preocupándose por el otro en vez de por si mismo. No entiendo por qué pasa todo esto, por qué existen estas crueles realidades. Entiendo que tenemos que tener frío para gozar del calor, tener hambre para estar saciados, que son necesarios estos extremos para poder complementarse. ¿Pero es necesario que niños y adultos mueran en las calles? No entiendo la distribución de la riqueza, no entiendo el dinero. Los ricos hacen dietas, y los pobres… los pobres se mueren desnutridos. Podemos abastecer todas nuestras necesidades en este planeta (por qué mundos, hay tantos como hombres y mujeres en la Tierra) ya que encontramos lugares de donde beber y donde alimentarnos. Y llegar a estas circunstancias, es absurdo. Si uno piensa, se da cuenta que todo es producto de la discriminación y de el poder del dinero. Todas las guerras que existen, toda la violencia, es producida por el deseo de tener más cosas materiales, que tal vez no compren un abrazo sincero. La lucha por territorios, la muerte de gente inocente, una consecuencia es lo que podemos ver en las calles, no hace falta viajar miles de kilómetros. Es tan difícil expresar lo que siento, es tan complejo. Quisiera que exista un mundo sin guerra, sin violencia, sin desnutrición, con niños felices, sin religiones que dividan al hombre, sin discriminación. Lo sé, soy una soñadora. Pero creo que si todos ponemos nuestro granito de arena podemos cambiar el mundo, porque nosotros, los adolescentes, somos en cierto modo el futuro de este planeta. Tenemos que concientizar en nuestra mente que mientras uno esta durmiendo en su cama calentitos, hay niños muriéndose de frío. Y no es un chiste. Me siento una hormiga, algo insignificante, que se cree muy grande pero a la vez muy chiquita. No voy a parar la desnutrición escribiendo lo que pienso, pero aprendo valores que son mucho mas importantes que unos zapatos. Los valores te ayudan a vivir, sin ellos no podríamos vivir espiritualmente. De chiquita soñaba con un mundo sin dinero, porque sabía que mucha gente carecía de esta moneda, pero a la vez comprendía que otra se bañaba en ella. De más grande me di cuenta que eso era imposible, sin dinero no se puede hacer prácticamente nada. Pero insertando estos pequeños grandes pensamientos podemos ver el otro lado del plato. Ayudar al otro, llevando ropa que no usamos a un hogar de huérfanos, estamos cambiando el mundo. Porque estamos cambiando nuestro mundo interior, nos vamos a sentir dichosos con nuestro corazón y con ganas de seguir ayudando a los que más lo necesitan. Piensen, razonen y actúen. Muchas personas o al menos una se lo va a agradecer. Un consejo: Nunca se quejen por la vida que tienen.