sábado, 25 de febrero de 2012

LuZ*


Somos pequeños destellos de luz dentro de una gran galaxia. Somos luz. Estamos echos de conciencia, de vitalidad, de energía. Miramos la vida pasar. Ignoramos cada movimiento como algo magnífico, poco predecible y único.
¿Seremos los únicos? Quizás flotamos en una gran masa destinada para el experimento de algún científico loco que nos ha inventado y utiliza nuestro ser como conejillo de india. O tal vez, somos el sueño de una gran bestia que habita en otra dimensión, y en un abrir de ojos, todo se disolverá.
¿Por qué no somos simples hormigas que trabajan para la reina Ambición y el rey Dinero? y el dañino palo Avaricia, es movido por el pequeño niño revoltoso y fastidioso llamando Guerra para divertirse una cálida tarde de verano... (He ahí a la justificación tan absurda y estúpida para excusar tantas muertes y sangre derramada sin piedad)
Estamos echo del mismo material que los astros, somos polvo de estrellas. Somos estrellas. Y brillamos cuando hacemos lo que deseamos, cuando vivimos a pleno el presente, para recordar el pasado con una sonrisa y justificar el bienestar del mañana. ¿Por qué le damos tanta importancia a las insignificantes cosas materiales cuando tenemos toda un alma por enriquecer? Vivimos promoviendo el odio y las diferencias, avalamos al olvido y soñamos con tener los bolsillos llenos. Ignorando que solos y sin nada a cuestas vinimos a esta bendición (o maldición) llamada vida.
Vida, vida, vida. ¿Qué es la vida? Tiene cuatro letras, al igual que amor.
Sobrevivimos en el abismo del no saber, y saboreamos al miedo como algo cotidiano y familiar. La muerte es nuestro fin, y nuestra mayor debilidad.

Vivamos sin prejuicios, sin desigualdades, sin miedos. Aunque muchos sostengan que somos inmortales gracias a la reencarnación, yo opino que me acuerdo únicamente de esta vida, y es esta única vida la que tengo entre mis manos. No la voy a dejar caer. La voy a disfrutar, tanto como disfruto respirar aire puro y sonreír, tanto como disfruto besar y abrazar. Disfrutar, de eso se trata vivir, para no temer morir.

lunes, 20 de febrero de 2012

frag1

Era un día de lluvia, las gotas caían ferozmente sin ningún pudor sobre el pavimento, apartando al calor de la ciudad por unos instantes. Los paraguas le daban color a la triste tarde gris, y había que desempolvar a las camperas que ya habían sido despojadas de la vestimenta hace rato.
Ella parecía no estar informada acerca del clima. Caminaba bajo las suaves gotas con temor y tranquilidad, como si estuviera esperando algo, o a alguien...
Llevaba puestas sandalias en los pies, y un vestido floreado hasta la rodilla. Una campera estampada parecía ser la invitada no avisada, ya que habría sido tomada por urgencia y quizás tampoco era de ella. Su pelo le rozaba los hombros, lacio y negro, despeinado y un poco mojado. Su rostro era simétricamente delicioso. Morena como el chocolate y una sonrisa carente de malicia. Con la cabeza gacha y con los ojos clavados en su caminar, se tropezó con el destino, se tropezó conmigo.

sábado, 11 de febrero de 2012

sin filtros.

Uno debe admitir sus errores, reconocerlos, hacerse cargo de ellos. Porque todos cometemos errores, todos somos humanos. Algunos con más años, otros con menos. Pero seres humanos errantes y con sentimientos.
Me duele esta situación. Me duele no poder verlos a los ojos y no sentir esa traición. Hoy más que nunca, a pesar que este rodeada de amigos que me escuchan e intentan robarme sonrisas, me siento sola.
Siento que no puedo cambiar, por más que lo intente. Que todo es en vano y mis intentos siempre fracasan por sus inmensos caudales de negaciones.
Soy complicada, no soy igual a ninguno de sus hijos y es algo con lo que nunca van a poder ir en contra. Soy distinta a todos. Tengo gustos atípicos y poco legales. Me gusta delirar y viajar, reírme y llorar. Analizo todo y no se si voy a triunfar económicamente en esta vida, pero apuesto por lo que me apasiona. Y eso es zumo de valor, aunque no lo sepan ver.
Me dedico a las sonrisas pero siempre termino en un pozo de llantos. Y en este último tiempo mis mejillas se colmaron de agua salada.
No me entienden, no me quieren entender. No se dan una mínima idea de lo importante que era para mi ese acontecimiento, lo que trabajé para ello, y cuánto lo espere. Creo que lo esperé más que a cualquiera de las cosas que me pasaron el año pasado. Saben lo que significa la música para mi, y de la plenitud que logro cuando me encuentro con ella.
Me entrego al orgullo, me entrego a no ceder esta vez. Propongo que se replanteen su situación, y sus errores. Mis acciones son fundamentadas por el dolor. No es de rebelde. Es de tristeza. Es una forma de hacerles entender que no soy yo la equivocada.
Hoy, más que nunca, saben lo mal que me hace estar bajo estas paredes. Saben que no estoy bien y que la única distracción son mis amigos. Se oponen a ello. ¿Cómo sentirme bien cuando soy juzgada y subestimada por ustedes?. Están sordos.
Mis palabras son un grito de realidad, no de rebeldía.
Cerrar la puerta y evitar mi verdad es de cobarde. No sé como pueden hacer paralelo mi pesar. Ignoran mis lágrimas de súplica. Porque necesito ayuda, necesito que me entiendan.
Comprender lo que me pasa es un paso para aceptarme. Porque no me aceptan. No aceptan mis gustos, ni mi personalidad. No voy a estudiar medicina, ni odontología, ni abogacía. Voy a ser filósofa, y si tengo suerte, escritora. Estoy dejandome llevar por mi corazón y por el azar. Eso es admirable, y ustedes no lo admiran.
Ojala que algún día lean esto, y que no sea tarde.

jueves, 2 de febrero de 2012

lahiijadelalágrima

Espesa, fría, brillosa, hermoso caudal de energía. Se amontona como las hormigas en su guarida, hasta que la razón acude al dolor y lo acepta. Entonces, se brota de valor para afrontar la situación: deslizarse sobre la montaña de complicaciones hasta descender hacia el abismo, para no verse más.
¿Por qué soy así? Se pregunta una y otra vez, diminuta y salada, indecisa y olvidadiza. Nadie la recuerda por su individualidad, y eso le molesta. La nombran como una en general, ignorando que cada gota es un mundo y un pesar que se dirige hacia la verdad. Porque en el abismo esta la plenitud, y en ella el equilibrio entre las vibras... para lograr la felicidad.
Ella desea ser catalogada, reconocida y alabada. Es la responsable del alivio y de la hinchazón de ojos. Es dueña de tus secretos y de tus miedos, de tus alegrías y tus ilusiones.