lunes, 22 de febrero de 2010

Impossible is nothing?


Nada es imposible. ¿Nada es imposible? ¿Qué es lo imposible? ¿Lo que no podemos alcanzar? ¿Existe lo inalcanzable?.

Depende el parámetro de ‘imposible’. Pero creo que en la vida hay cosas que uno considera imposibles y trata de sentirse mejor diciendo que nada lo es. Aunque en el fondo sabemos que hay cosas imposibles, viajar a las estrellas, conocer la felicidad eterna o para algunos, el pan de mañana. Todo tiene que ver con nuestro entorno, es lo que vemos, lo que oímos. Es el motor que hace medir nuestros objetivos. Nos alimentamos de lo que vivimos y vivimos para alimentarnos de las ilusiones. Ilusiones, existen miles de ilusiones. Pueden ponerse en un paralelo con lo imposible. Las ilusiones, tan abstractas, tan perfectas, tan verosímiles. Tan imposibles.

Dejemos de engañarnos! No conocemos nuestros límites, por eso siempre pedimos más. Grandes utopías. De eso se trata, de pensar en los dos pasos de nuestra realidad para poder pisar en la baldosa suelta. Experiencias, me hablan de experiencias. Con ellas podemos planificar nuestro futuro. ¿Nuestro futuro? ¿El futuro cuando es? ¿Dentro de dos segundos? ¿Mil años?

Si planificaríamos nuestros próximos dos segundos no seria imposible, ya que con seguridad los viviríamos. Pero planificarnos cien años mas seria una cuestión preocupante ya que no sabríamos con exactitud si viviríamos para contarlo. Entonces, ahí esta! Lo imposible se ve reflejado en nuestro futuro, en lo incierto. En lo que no sabemos, donde hay una gran nube que no nos deja visualizarlo.

Así que no seamos ilusos, hay que usar con delicadeza y moderación semejante termino, sino sufriríamos grandes consecuencias.

martes, 16 de febrero de 2010

La democracia: ¿da frutos?


Es tan difícil empezar a escribir. Tal vez siempre es difícil dar los primeros pasos, porque tenemos miedo a equivocarnos, a sufrir o a la opinión ajena. Pero ahora voy a escribir lo que pienso, poniéndole un OFF a terceros y escribir lo que realmente siento. ¿Qué es la democracia? Es la opinión de la mayoría, en este caso del pueblo. Es el pueblo el que decide volcar todas sus voces en una sola para poder vivir dignamente como ciudadanos. Claramente esta respuesta no me convence, así que voy a mirar el otro lado de la moneda, no ver solo la teoría, sino espiar en mi imaginación.

Enfoquemos: un gran árbol, con hojas verdes. En sus extremos, frutos de los más ricos. Éstos están maduros y si le damos un bocado, los más exquisitos. Más tarde iremos a la maquina del tiempo y retrocederemos muchos años, a los principios de este gran árbol. Un buen día, una semilla tuvo que acostarse y dormir en la tierra para poder crecer frondosamente. Sí, esta pequeña semilla es la de la democracia. Ésta, tuvo que ser regada día a día por el pueblo para que pueda crecer hecha y derecha. Pero siempre hay percances en la vida y tal vez este árbol no tuvo el valor o la moral para poder crecer exitosamente y se quedó en el camino. Ahí vemos cuando las cosas fallan, cuando la democracia no da frutos. Cuando solo vemos un árbol en invierno, con hojas secas y sin vida. Es cuando somos engañados y la voz del pueblo es tapada por una voz ambiososa y muy poco fiable. Pueden suceder los dos extremos, son tan opuestos que a la vez se complementan perfectamente. Hay un ingrediente esencial, sin él, nada podría funcionar y es la sinceridad. Sin ella no sabríamos en qué semilla confiar, dudando cual nos traerá frutos y que otra no. Muchas veces nos indignamos por las cosas que pasan a nuestro alrededor, somos tan pequeños que no sabemos como accionar. Nos quedamos mudos, viendo a la democracia fracasar. Pero siempre tenemos que saber que una voz sincera es mucho más fuerte que una multitud. Entonces, ¿para que quedarnos callados si hay mucho para hacer?¿ Por qué seguir viendo a nuestro árbol morir si podemos darle de beber?. Mi consejo es todo suyo. Pero recuerden que vamos a ser siempre esclavos de lo que pensamos y no realizamos.

Una simple y gran manera de realizar cambios, es cambiando uno mismo. Siendo severos pero a la vez delicados con uno. Y si cumplimos ese objetivo vamos a poder transmitir un buen mensaje, el mensaje en el que nosotros creemos. Defender lo que pensamos y dar un buen discurso de nuestros valores. No hace falta repartir panfletos con una foto nuestra para poder cambiar el mundo. Porque mundos hay tantos como hombres en el planeta, y si cambiamos nuestro mundo interior podemos cambiar muchos más. Entonces, haz lo que te gusta hacer y cuéntale al mundo sobre tus razones. Tu misión estará cumplida.

Sin ir más por las ramas y aburrirlos sobre mis teorías volvemos a la idea central.

Como todos sabemos esta gran planta se cruzará con muchos otros sentimientos ajenos a la sinceridad, como en todas las cuestiones de la vida. Entonces que sucedería si la democracia se juntaría con el poder ¿sería una democracia? Depende desde que ángulo se lo mire, desde mi postura no sería una democracia ya que el poder de la ambición no encajaría en la igualdad social, que es lo que busca la democracia. Entonces aunque no lo crean, este fruto probablemente nunca brotaría ya que existiría una injusticia social, a alguna beneficiaria mientras que a muchos no. Contradictorio ¿no? Se busca la igualdad y se encuentra su opuesto.

Algo que hay que destacar es la avaricia que hay en el proceso del crecimiento de este árbol. Ninguna persona que se postula y se entrega por y para el beneficio del pueblo dice verdades absolutas. Entonces sería engañado cada ciudadano que creyó en la palabra de este político. Jugaría en contra de sus palabras. En las palabras que lo representaron. ¿Ahora entienden lo que quiero transmitir?

Sonará estúpido, lo sé. Pero un árbol es como un niño, si no vive una infancia feliz, podría sufrir consecuencias a lo largo de su vida. Y este pequeña fruto si no se forma con sentimientos nobles tal vez nunca pueda ser visto nuestro mensaje en las acciones de la democracia.

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿ obsesión?




Me alteras mis cinco sentidos. Y desactivas el proceso regular de mis pulsos cardíacos. Los músculos faciales rápidamente se transforman y producen una estúpida sonrisa. Lo que resta es mi pulso, y todo realmente parece vibrar. Se frunce mas de lo normal mi estómago y pierdo el apetito al instante. Es un colapso de sentimientos que tienen un culpable. La única víctima en esta catástrofe emocional tiene nombre y apellido, que casualmente me representan.
Es ilógico, irreal, y nostálgico. Se puede observar la bipolaridad de un individuo donde la felicidad es una transición a las ganas de llorar que nunca son recibidas en mis mejillas con tu inspiración por carencia de coraje. Desearía que existiera una dosis comprimida de valentía para poder afrontar y dar pelea por lo que siento. Pero no puede ser digerida dicha pastilla por prevenir el futuro incierto que a través de mis propias conclusiones, afirman con certeza una derrota que me pertenece. Pero como Pitia no soy, no puedo prevenir el destino. Y a través de los arriesgos puedo espiar de el. Fuerzas suficientes no tengo para anclar en aquel barco visionario. Así que por tales razones me acomodo en mi lugar, le doy forma a mi molde. Y me quedo inconforme de los efectos producidos por el, viviendo instantes mediocres de felicidad, y de algún que otro momento en el cual pueda obtener una vista panorámica de lo que me pierdo en este lado de mi vida.