jueves, 24 de noviembre de 2011

m2

Con tropiezo y frialdad subí los escalones restantes y me conduje sin mucho entusiasmo a colocar las monedas para poder viajar... Sin imaginar que sería un viaje fugaz y eterno, un tanto inesperado y colmado de adrenalina.
Cuando mis inquietos ojos buscaban desesperadamente un asiento para abalanzarse sobre el, encontré a los tuyos entre tanta soledad.
¿Cómo no iba a reconocerlos? Verdes marihuana, lubricados de intriga, grandes, despistados y transformadores. Tu mirada encuentra a mis secretos perdidos, ordena al descontento interior que poseo, y me dota de racionalidad para enviarme a la demencia...
Tus pupilas decidieron adueñarse de las mías, y el silencio se acomodaba en el momento para robarse a las palabras. Así estas eran emitidas con delicadeza y nostalgia por un canal superior al real, por un camino más largo pero efectivo... por la vía de los sentidos.
Tu pasión se encontraba intacta, tu locura se había agudizado, y definitivamente nuestro amor fue un bosquejo.
¿Cómo pudimos haber renunciado a esas emociones tan puras? A ese laberinto sin salida, en el cual nos perdíamos y nos volvíamos a encontrar para entrelazarnos y volvernos a perder..
Nuestro fin fue provisorio hasta esa instancia, en la cual las dudas se convirtieron en humo, y le dimos una última pitada a la flor que habíamos creado, y mutilado.
Con desconcierto aterrizamos sin previo aviso a la realidad tan poco anhelada. Y retornamos a nuestro ser, del que nunca nos tendríamos que haber despegado...

Mis ojos retornaron hacia el lugar vacío y miraron a mi soledad tan cotidiana.
Los tuyos se perdieron en el tiempo para no volver jamás, jamás...

lunes, 21 de noviembre de 2011

Dejarnos ser!

Romper con la lógica, ser partidario de las cuestiones más absurdas para desintegrar a la formalidad. Luchar por lo que creemos, creer en lo que hacemos, hacer lo que queremos, querer superarnos, superar los dolores y aprender a sonreír cuando aprendemos de los fracasos.

¡DE ESO SE TRATA VIVIR! ¡DE SER FELIZ!

A los doce.

No me dejen mentir y absténganse a la verdad. Todas alguna vez tuvimos ese amor tan pasional de los 12 años, ese amor indiscutible y platónico, perfecto e innovador, ese amor escurridizo que nos invitaba a fantasear y a imaginar escenas en las cuales nuestro amor se sellaba por siempre. No creo haber sido la única ilusa, poseo pruebas que no me encontraba sola en ese idilio pre-adolescente.
Si este amor se encontraba adherido a la desilusión nuestro mundo se derrumbaba en tristes penumbras y llorábamos hasta estallar. Sonreíamos y nos encontrábamos enamoradas de aquel muchacho que nunca nos miro. Ya que era más grande, era famoso o simplemente era el novio de alguna hermana, amiga o conocida.
En muchas ocasiones este amor se pudo concretar y supimos divisar la gloria eterna, pero si esto nunca ocurrió, los fantasmas del deseado olvido (figurativo, ya que en la obsesión no cabe el dolor real) apocaban nuestro brillo relegandonos a la tristeza cotidiana.
Ésta se acababa cuando otro amor deambulaba por nuestros pensamientos. Y saz! La misma historia.
Hoy, ya pasadas esas vergonzosas y graciosas etapas. Podemos aceptar que eramos enfermizas, compulsivas y obsesivas. ¿Pero a quién vamos a engañar? Nos divertíamos escribiendo cartas ficticias, jugando a ser detectives con tal de encontrar alguna pista de como era su vida, o quienes eran sus pretendientes (que posteriormente llegarían a ser nuestras máximas enemigas) para volver a ilusionarnos una vez más...

domingo, 13 de noviembre de 2011

Gracias Juan Germán.

Era una tarde en la que el sol intentaba adueñarse de las calles sin ningún pudor. Mis piernas se encontraban plasmadas en la tierra y la sombra de un árbol era mi único consuelo.
De repente, lo que presentía hace tiempo, sucedió. La materia fecal de una paloma se había sentido identificada con mi bolso y mis brazos, por lo tanto, decidió recostarse en ellos. ¡Mierda! ¿Mi reacción? Sumamente memorable. Divisé al instante que mi buena estrella me acompañaría en ese día tan especial de noviembre.
Al verte, mi corazón estallo. No de excitación, sino de satisfacción. Tenía ganas de comentarte acerca de los canales que supiste abrir en mi mente y en la paz que me transmitís cada vez que se presenta la oportunidad. Gracias a la paloma, pude hacerlo. Y tu respuesta fue sumamente favorable. Me llevaste hacia otro lugar, me otorgaste alas y me invitaste a tu abismo. En tus ojos vi pasión y humildad. Telepáticamente nos comunicamos, profundizamos en un mismo ideal y estallamos de creatividad.
Quizás fueron 30 segundos, 10 minutos, o tal vez 20... Pero para mi ese momento se petrificó por siempre en mis recuerdos. Esas palabras que intercambiamos por siempre serán eternas.
Se que me vas a recordar, y vamos a volver a sintonizar para deleitarnos una vez más con palabras que transforman la realidad para entender más de cerca a la demencia que habita en nuestro ser.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Adieu bye bye escuela! Hoy, 11-11-11

Es que no sé como empezar. Porque ya terminó.
Es el intento de memorizar cada instante para que nunca se desplieguen de mi mente. Es la necesidad de volver el tiempo atrás. Es el momento de entender que estamos creciendo.
Qué crédulos los que piensan que la escuela es únicamente un título para poder trabajar. La escuela, mi escuela. Es mucho más. Es uno de los recortes más importantes de mi vida. Y ya la terminé. Ya terminé la escuela.
¿Qué siento? Un revoltijo de emociones en mi alma, una mezcla de excitación y miedo, de tristeza y felicidad. No me veo lo suficientemente grande como para comenzar la facultad. ¿Facultad? ¡Si hace unas horas jugaba a las muñecas y lo veía como algo imposible!
La vida es un día, y cada hora es una etapa, un momento crucial.
Y hoy estoy rozando los 59 minutos. Estoy acomodando mis pensamientos para no caer. Es extraño sentir que mi secundaria a pequeños pasos ya doblo en la esquina, para no verla más.
No voy a volver a compartir todas las mañanas con las mismas personas de siempre que me hacen feliz.
Era levantarme y sonreír porque sabía que me estaban esperando en Córdoba y Balcarse. Era, todo era. Ya no lo es.
Reflexionando, somos unos ricos desdichados. ¿Ricos? Sí, ricos. Nos robamos con prisa una amistad eterna y juntos pudimos lograr recomponer ese rompecabezas para crear una fotografía digna de admirar.
Este año en especial, fue único. ¿Quién lo hubiera imaginado?. Ayer cocimos la bandera para recibir el último primer día de clases, hoy me compré los zapatos para la graduación.
Maldigo al tiempo, a ese cobarde y traidor tiempo que hace que todo concluya.
Sí, es necesario que todo termine, ya que lo eterno es aburrido. Pero, son tan tristes las despedidas!
Hoy quiero acostarme y mirar el cielo, sentir el pasto en mis manos, cerrar los ojos y que el viento golpee mis mejillas. Para recobrar lo ganado e indagar en lo que vendrá porque si sigo dándole rienda suelta a mis emociones, mis ideas se van a encontrar en un embotellamiento sideral para no desear ser vistas nunca más.
Considerando que hoy 11 del 11 del 11 se terminan los 11 años que viví en la escuela, tendría que jugarlo en la lotería. Y también que hay una especie de energía cósmica que renueva al espíritu. Y siendo positiva, es una señal de que esta etapa que se cerró, encomienda un as bajo la manga para deslumbrarnos con un futuro mejor.

Y para ser franca, es lo único que me reconforta. El saber que el porvenir esta lleno de energías que van a transformar eficazmente a esta vida, nuestra vida.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Digna anécdota!

Estaba en 5to grado de la primaria, en una evaluación de lengua, y en cierto punto de la prueba había que escribir un poema. No recuerdo muy bien de dónde surgió mi inspiración ni por qué decidí sacar lo más noble de mi interior en un simple párrafo. Lo que si recuerdo es que me saque Excelente y que desde ese día, sembré en mi interior la sed de escribir. Con unos escasos 10 años, supe escribir lo más sincero, puro, eficaz y hermoso que posiblemente, jamás escriba una vez más.
Comparto con ustedes mi pasión y mi paz. Comparto con ustedes las primeras palabras que escribí con el corazón. Comparto con ustedes mi primera poesía:

Las flores de mi jardín.

Avenidas rodeadas de flores intrigadas.

De día el calor las envuelve

y de noche el frío las guarda.

Ni en Tucumán ni en París

vi flores tan bellas como la mi jardín.

Quisiera que este frío invierno,

cambiara por una suave primavera.

Para que mis poleras se conviertan en polleras...