lunes, 7 de noviembre de 2011

Digna anécdota!

Estaba en 5to grado de la primaria, en una evaluación de lengua, y en cierto punto de la prueba había que escribir un poema. No recuerdo muy bien de dónde surgió mi inspiración ni por qué decidí sacar lo más noble de mi interior en un simple párrafo. Lo que si recuerdo es que me saque Excelente y que desde ese día, sembré en mi interior la sed de escribir. Con unos escasos 10 años, supe escribir lo más sincero, puro, eficaz y hermoso que posiblemente, jamás escriba una vez más.
Comparto con ustedes mi pasión y mi paz. Comparto con ustedes las primeras palabras que escribí con el corazón. Comparto con ustedes mi primera poesía:

Las flores de mi jardín.

Avenidas rodeadas de flores intrigadas.

De día el calor las envuelve

y de noche el frío las guarda.

Ni en Tucumán ni en París

vi flores tan bellas como la mi jardín.

Quisiera que este frío invierno,

cambiara por una suave primavera.

Para que mis poleras se conviertan en polleras...

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