viernes, 11 de noviembre de 2011

Adieu bye bye escuela! Hoy, 11-11-11

Es que no sé como empezar. Porque ya terminó.
Es el intento de memorizar cada instante para que nunca se desplieguen de mi mente. Es la necesidad de volver el tiempo atrás. Es el momento de entender que estamos creciendo.
Qué crédulos los que piensan que la escuela es únicamente un título para poder trabajar. La escuela, mi escuela. Es mucho más. Es uno de los recortes más importantes de mi vida. Y ya la terminé. Ya terminé la escuela.
¿Qué siento? Un revoltijo de emociones en mi alma, una mezcla de excitación y miedo, de tristeza y felicidad. No me veo lo suficientemente grande como para comenzar la facultad. ¿Facultad? ¡Si hace unas horas jugaba a las muñecas y lo veía como algo imposible!
La vida es un día, y cada hora es una etapa, un momento crucial.
Y hoy estoy rozando los 59 minutos. Estoy acomodando mis pensamientos para no caer. Es extraño sentir que mi secundaria a pequeños pasos ya doblo en la esquina, para no verla más.
No voy a volver a compartir todas las mañanas con las mismas personas de siempre que me hacen feliz.
Era levantarme y sonreír porque sabía que me estaban esperando en Córdoba y Balcarse. Era, todo era. Ya no lo es.
Reflexionando, somos unos ricos desdichados. ¿Ricos? Sí, ricos. Nos robamos con prisa una amistad eterna y juntos pudimos lograr recomponer ese rompecabezas para crear una fotografía digna de admirar.
Este año en especial, fue único. ¿Quién lo hubiera imaginado?. Ayer cocimos la bandera para recibir el último primer día de clases, hoy me compré los zapatos para la graduación.
Maldigo al tiempo, a ese cobarde y traidor tiempo que hace que todo concluya.
Sí, es necesario que todo termine, ya que lo eterno es aburrido. Pero, son tan tristes las despedidas!
Hoy quiero acostarme y mirar el cielo, sentir el pasto en mis manos, cerrar los ojos y que el viento golpee mis mejillas. Para recobrar lo ganado e indagar en lo que vendrá porque si sigo dándole rienda suelta a mis emociones, mis ideas se van a encontrar en un embotellamiento sideral para no desear ser vistas nunca más.
Considerando que hoy 11 del 11 del 11 se terminan los 11 años que viví en la escuela, tendría que jugarlo en la lotería. Y también que hay una especie de energía cósmica que renueva al espíritu. Y siendo positiva, es una señal de que esta etapa que se cerró, encomienda un as bajo la manga para deslumbrarnos con un futuro mejor.

Y para ser franca, es lo único que me reconforta. El saber que el porvenir esta lleno de energías que van a transformar eficazmente a esta vida, nuestra vida.

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