martes, 19 de julio de 2011

pequeña verdad.

Estaba todo oscuro. No podía ver más de allá de lo que mis ojos me mostraban. Sabía a donde iba, sabía lo que me encontraría, sabía que pasos dar, sabía que no podía fallar. Sabía tantas cosas que mi mente se alejo de la realidad y el golpe fue en seco. Inesperado. Fuerte. Doloroso. Vislumbre en mi razón que ya iba a pasar. Que todo lo que llega, se va. Y todo dolor, desaparece. Mis lágrimas deseaban encontrar la libertad, pero mi conciencia no las dejó salir. Luego de varios segundos, todo volvió a la normalidad. Sólo quedaron secuencias de aquel impacto que me llevó directo al abismo. Esas secuelas están plasmadas en letras, en letras que forman palabras, que se disparan a la memoria, para no olvidar. El olvido es el suicida de la verdad. ¿Dónde encontraremos a la verdad? Si esta se fue, junto con los recuerdos.

¡Recordemos! Es la única puerta que va a divisar una salida, y ésta va a ser la del aprendizaje.



PD: ¿Inspiración? Intenté ir a la cocina en busca de un vaso de agua en una plena oscuridad y mi cabeza se vio plasmada en la puerta. Posiblemente se me hayan acomodado las ideas a raíz de dicho golpe.

Abrupto final.

Este es un cuento que escribí para el colegio... Ahora que lo releo, no esta tan mal. Espero que lo puedan apreciar!



Había sido una noche de primavera, se podía apreciar el aroma del paraíso que se encuentra en el jardín de nuestra casa. Por tal motivo, decidimos cenar allí.Todo transcurría con normalidad… hasta que discutimos fuertemente. Acerca de nada fuera de la común, intereses económicos y sociales. La noche tiraba un salto mortal, y mis nervios colapsaron mi sistema nervioso.

En la mañana siguiente todo pasó muy rápido… Frente a mi se extendía su cuerpo, frío, blanco, inmaculado. Mi rostro estaba perplejo, rígido y sumamente tenso. Rápidamente tomé el teléfono y llamé a una ambulancia. No tardaron en llegar, pero en momentos tan cruciales, los segundos son interminables. Más tarde dio presencia la policía. Francamente tuve miedo, angustia y un terrible pánico. Momentos decisivos y depresivos. No puedo explicar las emociones que transitaban en mi interior. me interrogaron por horas, y, con cierto grado de desconfianza, el oficial me pidió que firmara el acta de defunción, y luego se retiró sin decir más.La muerte no había sido natural, eso estaba claro. Los médicos habían detectado una mortífera sustancia en su cuerpo. El asesino no dejo huellas.

Era inevitable. Todas las miradas apuntarían hacia mí… Yo también lo habría pensado. Era la mujer del hombre más poderoso del ambiente, querido, sin enemigos, y con una gran fortuna a cuestas. El juicio sería pronto y daría que hablar. El tema estaría en boca de todos, y la autopsia no hacia nada más que incriminarme un poco más, si es que esto era posible.

Nuestras vidas se cruzaron en un momento eterno, en un punto infinito dentro de mi memoria. Recordé todo lo que necesitaba guardar, y decidí decir la absoluta verdad. Ya que de ella nadie se puede escapar.

Semanas más tarde el juicio daría inicio y mi paciencia se estaba agotando. El dolor del tiempo me consumía, y sólo restaba indagar en viejos cajones para recordar su peculiar olor.

Al principio solo fue un papel doblado en cuatro. Después supe que era una carta. Por supuesto me sorprendí. Me imagino que alguien en la cual su vida es tan agitada no tiene tiempo de guardar en gavetas un papel manuscrito. A menos que… quiera esconderlo. Y tenía razón: nadie mete una carta tan confidencial, a no ser que tenga un buen motivo. Desdoblé el papel con la sensación de estar metiéndome en secretos ajenos. Estaba íntegramente escrito de un solo lado, con tinta azul, letra chica y apretada. Al sacarla del compartimiento sentí un pozo profundo entre mis manos; un pozo hecho de años… En ella decía:

Anabella:

Tengo miedo. Mis sospechas se confirmaron: mi vida es una monotonía, es todo normal, y eso me entristece.

Es cierto, tengo todo lo que deseo. Pero no es suficiente. No me siento vivo, siento que estoy muriendo en vida, sin que lo noten los demás.

Mi depresión ya ha llegado a su límite y no puedo continuar con este intento de vida formal.

No siento dolor, no siento felicidad. No siento.

Desearía que me entiendas, y comprendas el por qué de mi huida. No es de cobarde, pero no me interesa continuar viendo lo que ya conozco. Y como ya sabes, lo desconocido, me aterra.

Espero que puedas vivir a pleno, y cumplas lo que yo nunca me arriesgue a realizar. Te observaré, siempre. Con amor.

Germán.

Fue muy rápido. La imagen. El cuerpo. El silencio y las preguntas. Todo se concentraba en un mismo plano, y yo me encontraba paralela a el.

¿Cómo aceptar dichas palabras? ¿Cómo explicarle a la policía acerca de la muerte sin dejar públicamente la vida de mi marido? ¿Cómo aguantarme la intranquilidad de saber que no esta? ¿Soy culpable de dicha muerte?

Tomé un café caliente y releí la carta, no entendía. No quería entender. Con gran excitación, furia y sufrimiento me dije a mi misma: -¡Pero esas no son pruebas! Eso es una locura- agregue con dolor- ¡Eso no basta para condenar a un hombre!

Me sumergí en un mar de agonía durante los siguientes meses, únicamente salía para realizar las compras y dar batalla al absurdo juicio que estaba llevando a cabo. La única verdad se encontraba en el tercer cajón de mi habitación.

¿Cómo pudo encontrar la escapatoria únicamente en la muerte? Siempre hay una vuelta de tuerca, siempre hay algo más…

Todo

¿Qué tan perfecto puede ser el místico Dios que muchos adoran, que su más fiel rival no es nada menos que el Diablo?

Tan perfecto como el.

Efectos... ¿efímeros?

¿Para qué se droga una persona?

Una respuesta fiable sería para alucinar y verse envuelto en un mundo irreal, o tal vez para acercarse a la realidad. ¿Y por qué esa necesidad de salir de la monótona cotidianeidad? Otro punto de vista quizás sea porque los inunda la cobardía que afecta a la rutina y necesitan someterse a un narcótico para esclavizarse a el. Pues, uno de los efectos que tiene la droga sobre el ser humano es el de ligarlo a sus efectos, y éstos no lo dejan ver mas allá. Lo único que producen en el son delirios adoctrinados y la fantasía que ésta abre un nuevo mundo. Este mundo no es más que una ilusión, que divisa a lo lejos una especie de salvación. ¿Por qué pisa tan fuerte en todas las generaciones? ¿Somos tan básicos que necesitamos ver puertas donde sólo hay un laberinto sin salida? Ya que la droga no es más que eso: un viaje de ida. Empieza por un juego, para ampliar las risas y luego termina en una dependencia física y mental. Te engatusa, te seduce para que renuncies a todo tipo de responsabilidad y bien material para sumergirte en ella. Es diabólica, en todos sus aspectos. ¿Por qué no se elimina del mercado? ¿No será una estrategia del Sistema para acabar con la única arma letal y eficaz que posee el pueblo, que no es nada menos que su mente? Ya que ésta, si esta conciente y lúcida, puede llegar a realizar cambios existenciales que pueden revolucionar a toda una sociedad.

Ay, el amor..

Las mujeres... ¿somos complicadas? Puedo obtener dos respuestas, un sí y su contrario. Pero optaría por tomar una ideología conformista y decir que somos así por la indecisión del sexo opuesto. Seremos tan histéricas e idealistas por su pensamiento machista y capitalista, con ello llego al fin que su 'mujer ideal' es un cuerpo 90-60-90. Mientras que nuestro 'príncipe azul' más allá de sus atributos externos podemos encontrar a un hombre sensible, fiel y comprensivo. ¡Pero no! ¡Bajemos a la tierra hombres y mujeres!. Dejemos a un lado las ideologías machistas y feministas que son producto de la televisión si mal no me expreso. No creo que exista alguien 'perfecto' ya que la idea de un ser 'perfecto' proviene de alguien 'imperfecto'... Pero qué triste! Alguien perfecto carece de la característica mas importante de todas ¡Su existencia!. Así que despidámonos de las falacias y hagamos un llamado a la realidad. Los hombres, por su lado, la mayoría, no todos. Son mujeriegos. Qué pena. Incapaces de amar solamente a una mujer. Y por el otro lado, las mujeres, somos orgullosas e histéricas. Les aseguro que les leo el pensamiento con los que le voy a comentar: deseamos que ellos estén a nuestra disposición, indagando cada paso que damos, y pretender que piensen que somos unas ganadoras en el tema del amor, mientras no, vivimos y respiramos para uno solo. ¿Por qué le queremos vender al otro sexo algo que no somos? ¿Lo atraemos más? Inevitablemente no, lo alejamos. Entonces, dejemos de chacharas señoras y señores, y digamos lo que pensamos. Que la vida es una sola y cuando sea muy tarde nos vamos a arrepentir de lo no realizado. Siempre supe que el que no arriesga, no gana. ¿Y el que arriesga y pierde? se lamenta. ¿Pero cuánto tiempo durará la tristeza? Un mes, dos meses, tres meses, no más. Un día nos vamos a despertar y decir 'no quiero seguir viviendo así'. Ahí, crecimos. Dejando a un lado el pasado, aprendemos a no volver a cometer el mismo error. Por cuenta propia voy a tratar de ser un plato invisible, que no sea fácil de digerir, porque como a todos, no nos gusta ser echados al olvido. Pero de hacer lo que quiero hacer en el momento exacto, porque el noventa por ciento de las veces, lo que queremos, no es lo que hacemos. Y gracias a ello, no arriesgamos, no ganamos y no aprendemos. ¿Qué tal? Basta del histeriqueo, de el orgullo propio, del idealismo de la pareja perfecta y disfrutemos de lo que es real, de lo que te hace sentir vivo, y es el amor. Tal vez cueste encontrarlo, pero podríamos visitar amores mediocres para pasar el rato. Dejemos atrás el conformismo citado al comienzo de esta pequeña reflexión, y usemos como ejemplo mis pensamientos errados. ¡Que de todo aprendemos algo nuevo, cada día!

Va y ven

Estoy rozando la locura. En cuestión de segundos mi sonrisa se transforma en una mueca de tristeza. Hay una tormenta en mis ojos, y alegría en mi corazón. Comprendo que es lo más hermoso pero la realidad me apuñala por la espalda. No quiero escuchar. Colapso mis sentidos de lo que me da felicidad para olvidar por segundos lo que esta sucediendo. ¿Por qué? No entiendo.




Detesto tantas cosas.

Parar, pensar.

No era una discusión. Era realmente la liberación de todas las emociones. La descarga completa y efectiva de la bronca que inundaba nuestras almas. Era la impotencia hecha odio. Era la mutilación de la verdad. Eran las ganas de explotar y las ansias de terminar con este absurdo juego de una vez. Era la búsqueda desenfrenada de la superioridad a través de hechos para poder solventar los fundamentos propios.

Lo que nos unía era la semejanza que había entre nuestras razones, y esto era lo que nos dividía asquerosamente.

Se eligieron caminos distintos que llevaban a un mismo objetivo. Pero éste estaba distorsionado, no se mostraba como era. Lo que lo hizo falso y triste, mediocre y efímero.

Después de todo, quedo lo que siempre tuvo que ser. Y gracias a la dignidad hoy puedo decir es lo mejor que podría haber pasado.

martes, 5 de julio de 2011

Up!

Intenté abrir los ojos. No pude. Intente moverme, primero una mano, después una pierna. No pude. Estaba dormida, lo sabía, pero maniatada, como si algo fallara entre mi cerebro y mis terminaciones nerviosas. También estaba despierta, porque de lo contrario no hubiera podido pensar y darme cuenta de mi imposibilidad de reaccionar. 
Ya me sucedió en otras oportunidades, y siempre fue tan angustioso como ahora.
Querer y no poder. Desear gritar, llamar, pedir ayuda y sentir que nuestra urgencia es nula, ya que somos muertos en vida. 
Lo único que puedo oír son mis propios gemidos de impotencia. 
Todos mis pensamientos se deslizan sobre mi razón y me agitan mentalmente. Un miedo atroz, silencioso, abrumador... me asalta de arriba hacia abajo. 
Sabía que tenia que guardar la calma, que era una pesadilla, y lo mejor era encontrar la tranquilidad y esperar. En unos segundos todo volvería a la normalidad e iba a poder abrir los ojos y moverme. 
Pero algunos segundos son eternos.
Dejé de luchar, vencida, arrastrada hacia la sima. Entonces desperté. 
Estaba tendida en la cama, con los ojos abiertos, empapada de sudor. 
Mi corazón estaba desbocado, a mil pulsaciones por minuto. Miré a mi alrededor, todo estaba como lo había dejado.
Las huellas de el día comenzaban a tomar forma y lo cotidiano inundaba mi realidad. 




Ahí entonces comprendí que sólo era un comienzo. 

lunes, 4 de julio de 2011

viviR

Me relajo y siento que todos mis músculos están en pleno aterrizaje hacia mí. Agradezco estar tumbada, sin nada que hacer, y  en silencio. Este me lleva a  oir el eco de mis propios pensamientos, hasta aturdirme completamente para que no pueda escaparme de el. Son como ondas que se dilatan y se contraen en la superficie quieta de un lago. Como pequeñas burbujas de respiración, de vida. 
Eso es lo que necesito, suspirar y sentirme viva. Llenar de aire mis pulmones para después erradicar todo tipo de energía negativa. 
Necesito purificar mi alma, desterrar el pasado para vivir el presente, sin pretender ningún tipo de futuro que incluyan a los pasos ya caminados. Porque caminar por lo pisado es revolver lo que ya se ingirió, meditar lo que ya se rezó. Todo lo que pudo suceder sucedió, y si los desencuentros fueron los que cerraron las puertas, no nos queda más que aceptar que nada puede suceder en realidad. Vivir a destiempo te lleva a mendigar en lo que no nos pertenece, a hurgar en los restos de algo ya vivido y a maldecir nuestro presente. 

domingo, 3 de julio de 2011

rachas

Estoy sin inspiración.
Tengo ideas, pero a la hora de plasmarlas en el papel se vuelven confusas y no las recuerdo con exactitud.
¡No olvidar!
Amor
Alma
DiosDemonio
Ciclo vicioso 
Finales y comienzos
Desahogo






PD: LA FELICIDAD DEPENDE ÚNICAMENTE DE UNO.