Por cuestiones de ética no voy a dar sus datos personales, pero sí lo que dijo con gran seguridad de sí misma:
- Yo si quiero puedo dejar el cigarrillo, es una elección. Hasta podría pasar una semana sin fumar.
Mientras se jactaba de tal acto de valentía y suponía tener la situación bajo control recordé cuando sus manos temblaban y entraba en pánico por la falta de un cigarro en sus labios.
Será que todos creemos dominar ciertas situaciones y no somos más que un montón de palabras ya que somos esclavos de esa ideología. Constantemente nos esclavizamos de las cosas más inverosímiles. Somos presos de un sentimiento, de un pensamiento, y hasta esclavos de nosotros mismos. Estamos encadenados a lo que callamos y dueños de lo que decimos.
Vivimos la vida como si fuéramos ajena a la misma, pues no somos completamente conscientes de nuestros actos e inventamos falacias para que nos salven el pellejo. Y para ser realista de la única verdad nunca nos vamos a poder escapar, porque en nosotros mismos está. Y por más que la ignoremos, constantemente la relojeamos. Nos auto engañamos, pero el inconsciente sigue permaneciendo. Aunque no lo creamos, tenemos los ojos ciegos bien abiertos.
jueves, 29 de julio de 2010
lunes, 5 de julio de 2010
Liberales
Es el tiempo de la rebeldía y el momento de cambiar.
Sí, creo que la paz interior que estoy buscando se debe a este desorden emocional que presencio ahora mismo... Será que la sociedad se relegó a un segundo plano, lo que da lugar para que juzgue y cuestione a la misma. Es que mis intereses varían de tal forma que son cada día más profundos y culturales.
Me refugio en la música, mi única droga ante tanta euforia extra personal, conecto conmigo misma y con el mundo como Uno en particular, sin la necesidad de ninguna plantita ancestral.
Busco preguntas, y poco a poco aumenta mi rechazo hacia el capitalismo, el patriotismo y el poder.
Dudo ser un ejemplo de hipocresía, soberbia y superficialidad con y para el medio que me rodea.
Veo a una Sofía más pura, que después de todo sabe lo que quiere y se siente orgullosa de sí misma.
Sí, creo que la paz interior que estoy buscando se debe a este desorden emocional que presencio ahora mismo... Será que la sociedad se relegó a un segundo plano, lo que da lugar para que juzgue y cuestione a la misma. Es que mis intereses varían de tal forma que son cada día más profundos y culturales.
Me refugio en la música, mi única droga ante tanta euforia extra personal, conecto conmigo misma y con el mundo como Uno en particular, sin la necesidad de ninguna plantita ancestral.
Busco preguntas, y poco a poco aumenta mi rechazo hacia el capitalismo, el patriotismo y el poder.
Dudo ser un ejemplo de hipocresía, soberbia y superficialidad con y para el medio que me rodea.
Veo a una Sofía más pura, que después de todo sabe lo que quiere y se siente orgullosa de sí misma.
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