Está todo alineado hasta que los pulmones impulsan la respiración y el bronce comienza a hablar.
Nos dejamos llevar, escalones de verdad.
Sentimos tocar el pasado, no lo podemos agarrar.
Doblemos la esquina, y se va. Y no esta más.
Tardes con gusto a inocencia. Noches que saboreábamos la intriga y los deseos.
Era nuestro palacio.
Y las luciérnagas seguían escondidas en los cajones.
Y las luciérnagas, seguían bailando.
Y las luciérnagas, y las luciérnagas...
Acá, una vez más.
Recordando para no omitir a la verdad.
Volando para poder permanecer.
Flotando. Vibrando. Desafiando.
La ley de la gravedad. Todo baja.
Aparecemos, y la cuenta regresiva comienza.
Cada segundo todo termina.
Nos quedamos, para vivir.
Sonrisas. Gratitud.
Ojos que buscan miradas.
Miradas que buscan ojos.
Ojos que miran ojos.
Miradas que se pertenecen.
Bocetos de inspiración.
Bocetos de locura.
Bocetos de vida.
No digo nada. La nada es el todo.
Todo es nada. Lo digo todo.
Cambio. Retoco.
Fluyo. Gozo.
Aprendo.
Triste y sin razón, pero hay una nueva distracción.
Quédate, no te vayas.
Miremos el cielo.
Muéstrame tus estrellas.
Ven, entra.
Es mi mundo.
