miércoles, 3 de febrero de 2010

¿ obsesión?




Me alteras mis cinco sentidos. Y desactivas el proceso regular de mis pulsos cardíacos. Los músculos faciales rápidamente se transforman y producen una estúpida sonrisa. Lo que resta es mi pulso, y todo realmente parece vibrar. Se frunce mas de lo normal mi estómago y pierdo el apetito al instante. Es un colapso de sentimientos que tienen un culpable. La única víctima en esta catástrofe emocional tiene nombre y apellido, que casualmente me representan.
Es ilógico, irreal, y nostálgico. Se puede observar la bipolaridad de un individuo donde la felicidad es una transición a las ganas de llorar que nunca son recibidas en mis mejillas con tu inspiración por carencia de coraje. Desearía que existiera una dosis comprimida de valentía para poder afrontar y dar pelea por lo que siento. Pero no puede ser digerida dicha pastilla por prevenir el futuro incierto que a través de mis propias conclusiones, afirman con certeza una derrota que me pertenece. Pero como Pitia no soy, no puedo prevenir el destino. Y a través de los arriesgos puedo espiar de el. Fuerzas suficientes no tengo para anclar en aquel barco visionario. Así que por tales razones me acomodo en mi lugar, le doy forma a mi molde. Y me quedo inconforme de los efectos producidos por el, viviendo instantes mediocres de felicidad, y de algún que otro momento en el cual pueda obtener una vista panorámica de lo que me pierdo en este lado de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario