lunes, 20 de febrero de 2012

frag1

Era un día de lluvia, las gotas caían ferozmente sin ningún pudor sobre el pavimento, apartando al calor de la ciudad por unos instantes. Los paraguas le daban color a la triste tarde gris, y había que desempolvar a las camperas que ya habían sido despojadas de la vestimenta hace rato.
Ella parecía no estar informada acerca del clima. Caminaba bajo las suaves gotas con temor y tranquilidad, como si estuviera esperando algo, o a alguien...
Llevaba puestas sandalias en los pies, y un vestido floreado hasta la rodilla. Una campera estampada parecía ser la invitada no avisada, ya que habría sido tomada por urgencia y quizás tampoco era de ella. Su pelo le rozaba los hombros, lacio y negro, despeinado y un poco mojado. Su rostro era simétricamente delicioso. Morena como el chocolate y una sonrisa carente de malicia. Con la cabeza gacha y con los ojos clavados en su caminar, se tropezó con el destino, se tropezó conmigo.

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