martes, 13 de marzo de 2012

Sos.

Fuiste real, lo sé. Pero, el ser que habita en mis pensamientos con tu figura y tu rostro; ¿es real?. Considero a mi enamoramiento como la idealización que cree a partir del escalofrío, de la lágrima con sabor a dolor, y a mis ojos rojos reflejados en el agua que recreaste en mi, luego de haberme agraciado con tu locura.
Abortaste a mis energías y diste a luz a mis ilusiones. A las ilusiones de las cuales me siento propietaria, ya que las deseo al despertar y las sueño al dormir.
Te convertiste en mi gran héroe, en mi idilio, en mi primer amor. En todo lo que desee tener.
Acariciaste a mi corazón y a esa caricia la perpetuaste hasta mis días.
Prometo deshacerme de los impulsos que creas en mí cada vez que te pienso, pero hasta el día en que un ser mágico logre llegar hasta mi luz.
Sé que no soy fácil, que es difícil llegar hasta mi interior. Pero el día en que la cofradía que reina en el recóndito de mis entrañas logre unificarse para recibir a un alma... Vas a formar parte de mi pasado, de mis recuerdos, y de un gran sol que me iluminó hasta el desvelo.

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