jueves, 14 de enero de 2010

PALABRAS


No entiendo bien por qué, pero por lo general me cuesta expresarme oralmente. Siento un cansancio extremo y una colapso de mis ideas, que transmito algo completamente distinto a lo que creo. Me veo mas segura a través de las palabras escritas, me puedo expresar mejor, eso creo yo. Suelo ser muy impulsiva a la hora de hablar, y un poco agresiva. Mis ideales se tornan distintos. Veo que soy otra escribiendo, y otra viviendo. Estoy mas cómoda transmitiento mis pensamientos a traves de la escritura, ya que nadie puede superponer lo que siente. Es compacto y sincero lo que quiero decir, pero justamente lo que quiero decir, no es lo que digo cuando hay personas en mi entorno, y no se encuentra al alcance lapiz y papel.
Esto podría ser un grave problema, ya que no me cuesta relacionarme y hacer amistades. Intento ser simpática y agradar a aquel que me escucha, por pura cortesía. Ahora, el asunto se vuelve mas picante, cuando, surge alguna discusión de pensamientos. Lo que yo creo, esta en juicio. Las palabras se mezclan, no pienso con claridad y me contradigo. Soy muy mala discutiendo, lo admito. Muchas veces me dijeron que no acepto la opinión contraria, y lo niego. No es que no la acepte, pero mis movimientos faciales me delatan y muestran algo que no soy. Obviamente acepto lo que piensa el otro, pero muchas veces me parecen disparatadas y fuera de lo normal, ahí es cuando de paso cañaso la agresión emprende vuelo y responde sin respeto. Intento cambiar ¿eh? Pero es muy complicado cambiar mi forma de ser, creo que se cambia con el tiempo y con las cosas que le van pasando a uno... No puedo proponerme ser otra persona, porque no lo voy a cumplir. Soy quién soy, y si cambio es por el pasar del tiempo, no por una decisión propia, aunque me molesta hablar como hablo y decir lo que digo. Lo más triste de todo es que no pienso eso ni quiero ser eso. Y llego a la conclusión de lo que queremos no es lo que hacemos, y sí. Voy a intentar contar hasta diez antes de responder y buscar las palabras justas. Hacer de cuenta que escribo con la boca, ser lo más detallada posible y tratar de que se entienda a lo que me refiero. Pero también hay otro punto del cual analizar, y es el entorno en el cual se produce la charla. Me abruman. Sí, me abruman. Me asfixian y no me dejan ser quien soy, me aturden con su palabrerío (el mucho no es mucho mejor) y no me dejan hablar. Ojo! Yo tampoco dejo de hablar. ¿Ven? Soy contradictoria, hago lo que no me gusta que me hagan, y cuando me lo hacen, me quejo!. Pero es la naturaleza, cuando sentimos en carne propia las cosas, ahí gritamos. Sino, ni enterados. En fin, intento ser mi propia psicóloga con las palabras escritas, ya que encuentro las respuestas en mí, cuando releo lo que escribo. Espero poder cambiar un poco y aprender a discutir si quiero ser lo que deseo ser.

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